"Martínez Valero" Paquito Ruedita
En mi dilatada experiencia estudiantil, mas que dilatada yo diría eterna....ahora para no ir mas lejos estoy otra vez en un aula estudiando inglés....se me va la bola, que estaba yo contando....ah si, como les decía, en mi dilatada experiencia estudiantil, he tenido la oportunidad de conocer cientos e incluso lo que a mi me parecen miles de profesores.
Unos fueron mejores, otros peores y otros......peculiares.
El profesor Martinez Valero, fue uno de estos últimos. Llegaba a clase y decía...."ayer estuve con mi gran amigo Mark Stward, de la universidad de Minessota y me dijo que los melocotones de la zona sur de California no son nada comparados con los Melocotones azules con rayas amarillas de mi amigo Stefan Srohen de la universidad de Masachuttes, estado de Iowa.
El hombre sabia mucho. Tanto que una vez lo echaron de cierta charla que impartió en Andalucía porque les dijo a los andaluces la verdad sobre la triste enfermedad de la tristeza. Tuvo que salir corriendo porque les dijo a esos señores del sur que todas sus cosechas se iban a ir al garete.
Esta historia la contó al menos veinticinco veces, que yo recuerde.
Con las clases prácticas que puedo yo contar. Son tantas y tantas las anécdotas que me quedo corto seguro.
Recuerdo estar esperándolo en la escuela y verlo venir con una naranja en la mano. Todos para el coche. Su velocidad media era de 20 km por hora, pero de repente, sobre todo cuando los caminos eran peores, surgía en el un espíritu de competición que me hacia poner el coche a 120 y derrapar en las curvas para poder seguirlo y no perderlo. Algunas veces era surrealista porque se metía por un camino perdido y al cabo de varias horas salíamos al mismo sitio. Otras veces parecía que jugábamos a ver quien despista a quien en la larga cola de diez o mas coches.
Recuerdo también un día de prácticas en el cual había llovido copiosamente. Hoy no hay prácticas...pensábamos ingenuamente.....Pero nuestro gozo en un pozo. Al cabo de un rato aparecía Don Rafael, con sus pantalones remangados y su limón en la mano. PANTALONES REMANGADOS que quería eso decir? que nos teníamos que remangar todos, los pantalones?
Efectivamente, eso quería decir.
Parece que fue ayer cuando se adentraba en esos huertos metiendo el pie en el barro hasta la rodilla. Nosotros lógicamente, cuando veíamos que nos manchábamos los zapatos, nos quedábamos en la orilla. Luego se perdía entre los arboles y se le oía gritar a lo lejos.....Punicusss granatussssss.
Joe, que cuelgue, pensaba yo........
Un día estábamos en un huerto y habían unos agricultores que se sumaron a la charla que nos daba nuestro querido profesor. Una charla que yo casi no entendía, llena de virus y de productos fitosanitaros...... y de fisiología vegetal.
Poco a poco se nos acerca un agricultor con cara de estar ya entrado en años de experiencia y nos dice a Juanillo y a mi.....¿Que dice ese?...no tiene puta idea de lo que esta diciendo. Esta enfermedad que tienen estos árboles es un bicho que ni San Pedro sabe lo que es. Hacerme caso si queréis aprender algo.
Otro día íbamos en cola por la autovía a 20 km por hora y saliendo de ella entramos en un camino a 150 km por hora. De repente, para el coche y todos paramos en la cuneta.
Me acuerdo que había un hombre con una azada en medio del huerto cavando y con rostro de cansado.
En un momento rodeamos al pobre hombre, con cara de alucinado, mas alucinado que si hubiera visto un extraterrestre, y el profesor le dice así, sin inmutarse.... Oiga usted, buen hombre...explíqueles a estos pardillos que se acaban de caer de el nido que es lo que está usted cultivando....
El hombre que nos miraba como diciendo...¿donde esta la cámara oculta? nos decía esto y aquello y todos nosotros tomando notas como locos en unas libretas que llevábamos en la mano.
Me hubiera gustado saber que le contó este señor a su señora a la hora de la cena, pero la cara que tenia era de "Cuando cuente esto no me va a creer nadie".
Paco, recuerdo ese día en que el agricultor (asesor privado nuestro), ante el comentario del profesor Valero de que había naranjas caídas al suelo por "el estrés hídrico", es decir, por el exceso de agua, nos dijo todo serio: -"eso es mentira, es porque ha llovido mucho".....y el buen hombre no iba mal encaminado.
ResponderEliminarTambién recuerdo que nos paraban por caminos y veredas y nos preguntaban extrañados:-¿Esto qué es, una boda?.... Felicidades, amigo: Muy bueno el relato.