viernes, 9 de enero de 2015

La Lola, el Jesús y sus retoños. Carlitos Sierra


 Nuestra casera era una gran mujer, no solo por carácter, que lo tenía, sino por tamaño, que duplicaba a su marido Jesús Cerezo, el verdadero dueño de nuestro hogar. “La Cabaña de Inma y Jesús” la había construido él con cemento del trasvase Tajo-Segura donde durante sus obras trabajó de vigilante nocturno. En un principio pensamos que lo de Inma era el nombre de una primera mujer , pero esto no casaba con que se llamara así una de sus hijas. Resultó que el nombre se lo puso en memoria de sus padres, de los que había heredado el terreno....y el caso es que su padre, apodado “El Capitán” sí había enviudado y vivía en la misma vereda con su nueva mujer, la “tía María”.
 La otra hija, algo rellenita como su madre, le llamaban “bollicao”, y el hermano mayor, Jesús, a lo que él mismo añadía....”el Lupa” (ya que llevaba gafas), o también el de “los huevos rasposos”...(eso ya no sé si era imaginación o que se duchaba con agua fría).

 Estando nosotros de inquilinos en la Cabaña, allá por el mes de mayo, fue la primera Comunión de “la Bollicao”, y esta historia me gusta contarla con orgullo de lo que puede pasar en España, con nuestro carácter tan campechano, porque en otro país occidental no se entendería.....La celebración de la Comunión, con familiares y amigos incluidos, claro está, se hizo en nuestra casa....nosotros le regalamos a la niña un gran oso de peluche, e hicimos de camareros gratuitamente.... Esto parecería imposible de no haber trascurrido ya unos ocho meses desde que alquilamos la cabaña.                                                   

 Al principio nos visitaba en ocasiones, y un jueves en que vino se sentó en la cocina a charlar mientras hacíamos la cena, al fuego en la chimenea: arroz blanco. Nos preguntó por qué no usábamos la cocina- porque no queda gas -le contestamos. -Y no le echáis algo de aceite?- Tampoco nos queda..._ Y no vais a cenar nada más?- No queda nada más que naranjas del huerto...contestamos a su última pregunta, a lo que “La Lola”, sacó un billete de mil pesetas y nos lo dio advirtiéndonos: Anda y comprar butano y algo de aceite mañana mismo, mariconazos!.

  Teníamos una sana relación caseros-inquilinos en la cual cada principio de mes íbamos a su otra casa a pagar a la Lola, dinero en mano, y ésta nos invitaba a unos cubatas y algo de picoteo y exageraba sus historias de cuando se crió enTorrevieja, así como nos ponía motes y lo pasábamos en grande. Cierta ocasión le pedimos llamar a Juan a su pueblo que tenía faena y había decidido no presentarse a un importante examen de Algebra, Un compañero de la escuela decía tener las llaves del despacho del profesor y nos ofreció una copia del examen por una alta cantidad de dinero, con lo que debimos reunir la noche antes a otros interesados para acabar con una cuota individual de 5000 pts.-eso sí, si venía Juan. (A parte de que no nos perdonaría el no avisarlo ante esta oportunidad de oro). Pues delante de nuestra casera con su teléfono llamamos a casa de nuestro amigo y se puso su padre,capitán de infantería. Era sobre las 10 de la noche, y nos informó que Juan estaba con su tío y volvería en una hora. Le insistimos que viniera a hacer el examen del día siguiente a toda costa, -que iba a ser muy fácil! , y terminamos la conversación advirtiéndole..-Ah, y que traiga 5000pts!...

 Finalmente el examen que nos proporcionó el sujeto aquel que jugaba a espía no resultó el propuesto por el profesor. Juan asistió...creo que nos devolvieron el dinero, pero la nota que cada uno sacó si que no la recuerdo. 

Carlitos Sierra

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