viernes, 20 de febrero de 2015

Una gallina futbolera. Juanillo Pérez




Queridos amigos, aquí va una historia de lo mas surrealista.
Como ya sabéis, el fútbol ha sido una gran afición de los cabañeros.
Resulta que el real Murcia se estaba jugando una promoción con el real Zaragoza para subir a primera división. Y jugaba el partido de ida en el campo grana, es decir, la histórica Condomina de Murcia, actual feudo del equipo universitario de la UCAM.
Nosotros como buenos aficionados, no quisimos faltar esa cita tan importante para los pimentoneros.
Pero quisimos darle un tinte algo diferente a la visita a la vieja y entrañable Condomina.
Decidimos premiar, a una de las gallinas, y llevárnosla al fútbol.
El día del partido, aquello era para verlo, yendo por Murcia , camino a la vieja Condomina , con la gallina de mascota.
La gente nos miraba y en silencio hacían gestos con la cabeza o comentaban la escena con los compañeros que le acompañaban.
Como es típico en esto del fútbol, nos tomamos unas cañitas antes de entrar.

El campo iba a estar lleno hasta la bandera. Y decidimos tomar tiempo, e irnos tempranito a la capital del Segura.
La intención nuestra era lanzar a la gallina al terreno de juego y que se hiciera famosa, saliendo en televisión, al ver a jugadores y empleados del club, corriendo por el campo para apresar a nuestra amiga.
En fin, una gamberrada de las nuestras.
No se nos ocurría nada bueno.
El primer escollo a salvar, era el portero que nos recogía las entradas, por si nos la descubría .
Nosotros, escondiendo muy bien a nuestra querida gallina, paso sin problemas.
El campo estaba a rebosar. No cogía ni un alfiler.
Nosotros, ubicados en la grada lateral, estábamos apiñaos como sardinas en lata.
Decir que en la grada lateral, no habían butacas,eran escalones muy bajos de cemento, donde la gente se sentaba muy apretujada.

A nuestra querida gallina, apenas nadie la descubrió, la gente estaba totalmente centrada en el partido.
El partido fue muy igualado y con mucha emoción, como no podía ser de otra manera, por lo mucho que se jugaban tanto los pimentoneros ,como los maños.
Nosotros ,algo nerviosos, no sabíamos que momento era el idóneo, para hacer volar a nuestra mascota , hacia el terreno de juego.
Ya en la segunda parte, en una trifulca de los jugadores de ambos equipos, la gente levantada de sus asientos , protestaba muy airadamente.
Pensamos que ese era el momento adecuado, y decidimos lanzar hacia el campo a nuestra amiga.
Lo que paso después, fue de risa.
Resulta que no lanzamos con suficiente fuerza a la pobre gallina y no alcanzo el campo. Le cayo a un señor de la primera fila en toda la cabeza .
Imaginaros el susto y sorpresa del hombre , al ver que le acababa de caer en toda la cabeza una gallina.
Este hecho , la verdad es que no formo gran revuelo en la grada, exceptuando el público mas cercano a nosotros, que al ver nuestra acción se la tomaron a cachondeo. El resto del público estaba totalmente entregado a lo que ocurría en el terreno de juego.
Nosotros haciéndole gestos al señor, le decíamos por señas que la gallina era nuestra . A lo cual, el hombre, haciéndose el despistado, dejaba de mirar para la grada y continuaba prestando atención a lo que en el campo estaba pasando.
El señor, seguramente estaría pensando, en la suerte que había tenido, al volver a casa con un regalo en forma de gallina, y lo contenta que se pondría su señora, al saber que al día siguiente no tendría que ir al súper a por carne para la comida.
En fin nosotros , ya no muy pendientes del fútbol, estábamos dispuestos a recuperar a nuestra querida amiga.
Tendríamos que esperar al pitido final del arbitro , para ir a ver al señor ya que no se podía andar por la grada lateral, por estar a reventar.
Nada mas terminar fuimos a ver al hombre quien, tomándoselo con deportividad, nos devolvió a nuestra amiga.
Esa aventura, no se le olvidaría nunca a nuestra mascota, ni a nosotros tampoco.
Así que nos volvimos a Orihuela , todos juntos, no sin antes , tomarnos unas cañitas por los aledaños de la Condomina , para celebrar el regreso a casa de nuestra querida gallina.

Ahhhh , se me olvidaba, ese día el Murcia empato a uno con el Zaragoza, quien a la postre, sentenció en la Romadera, y fue quien se llevo al gato al agua , subiendo a primera división.

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