jueves, 5 de febrero de 2015

El Ajofaifo. Juanillo Pérez


Queridos amigos: Esta historia trata de una mascota muy especial que cayó en nuestras manos de la manera quizás menos buscada. Resulta que estando viviendo en la casa de la montaña, Paco nos trajo un perrito que, en su casa no podía estar. Era un cachorrillo muy chulo. Nos decía Paco que era un Foxterrier de raza. Eso a nosotros nos daba igual. Nosotros con mucho cariño lo aceptamos y empezamos a buscarle nombre. Que si Sultán, Lince , Robi.... Bueno, al final de entre las mentes pensantes surgió el nombre de ,” Ajofaifo”. ( inspirado en un arbusto de hoja caduca llamado azofaifo, procedente de China).

El perrito era muy cariñoso y enseguida nos conquistó, con su meneo de culo, y lametones, cada vez que le llamabas. Siempre que salíamos de casa y se quedaba de guardián, nos daba mucha pena porque el pobrecillo se quedaba llorando. Y , como eramos mas buenos que el pan, decidimos que iba a ser uno mas de la cuadrilla, y lo llevábamos a todas partes con nosotros.

Recuerdo en la escuela que era toda una atracción. Se corría el claustro en un santiamén.

Como era un cachorrillo muy nervioso, la mayoría de veces, para que no le pisaran o se perdiera, nos lo metíamos dentro de la cazadora y él sacaba su cabeza, y con las orejas tiesas ,siempre atento a todo lo que pasaba. Enseguida le buscamos trabajo. Nos dimos cuenta que era el gancho perfecto para ligar. Nuestras simpáticas compañeras de la escuela ,siempre se acercaban a acariciarlo y decirle cositas, situación que nosotros no desperdiciábamos para preguntarles que qué hacían esa noche. Situación que ellas, tampoco desaprovechaban para darnos calabazas en la mayoría de las veces. ( No en todas, todo sea dicho ). Recuerdo los jueves en murcia de marcha, que nuestro Ajofaifo hacía su trabajo perfectamente y ligábamos más que nunca.

Un día nos decidimos llevarlo al veterinario , para el tema de vacunas y demás. Nos quedamos de piedra cuando nos pregunto, el veterinario, que como se llamaba, a lo cual respondimos: Ajofaifo. Deja el hombre todo lo que estaba haciendo, y levantando la mirada hacia nosotros nos dice muy serio -" será Ajofaifa no? No veis que es una perrita. Nos quedamos a cuadros. Nosotros como le veíamos algo colgar y era un cachorrillo, y además más empanaos que Abundio, pues nos pensábamos que eso era su miembro viril. Sin embargo nos aclaró el veterinario que aquello era su ombliguillo. Bueno, nosotros no estábamos ya dispuestos a cambiarle el nombre y siguió llamándose Ajofaifo.

Recuerdo en una ocasión, llevárnoslo al cine de la antigua CAM de Orihuela a ver una peli. Fue una risa. Lo llevábamos como de costumbre dentro de la cazadora y le escondimos para que el portero no lo viera. Lógicamente si lo ve, pues no nos hubiera dejado entrar . Al poco de empezar la película, con el cine a oscuras, empieza a aullar la perrita, a lo cual, el acomodador, mosqueado alumbra con su linterna a donde estábamos sentados. Y nosotros con carita de no haber roto un plato, pudimos despistar al señor acomodador. Al rato se nos escabulle Ajofaifo y se nos escapa por el cine. Madre mía la que se va a liar , pensamos. Efectivamente. Se formó un gran revuelo, a lo que el acomodador, que ya nos vigilaba de cerca, decide echarnos del cine entre risas

de todo el público, y abucheos al señor por echarnos.( El pobre hombre pensaría:-” ¿qué culpa tendría él para merecerse esto?”)

De todos nosotros, al que más cariño tenía era al Vicky, ( que por cierto, el cariño era mutuo). Siempre dormía en su cama y siempre estaban jugando juntos. La verdad, que vivía como un “marajá” nuestro perrito. Al terminar el curso. Vicky se lo llevó a Águilas y allí pasó a llamarse Linda.

Ya nunca más volvió a Orihuela. Se quedó en casa del Vicky, con sus padres, los cuales, lo cuidaban de maravilla. Y era mejor que ya no se moviera de allí y se convirtiera en “Linda la aguileña” . Allí, tuvo mucha descendencia, y fue muy feliz todos los años que Dios le dio , que fueron muchos. Nosotros, cuando íbamos a Águilas, a casa del Vicky, la llamábamos, y se ponía loca de contenta ( y nosotros también) , venía a nosotros moviendo el culillo y dándonos lametones, como nos hacía cuando era cachorrillo/a. Lo que no sé es si se disfrazó algún año en los famosos carnavales aguileños, eso es algo que nos lo tendrá que aclarar Vicky...

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