miércoles, 11 de febrero de 2015

ANÁLISIS QUÍMICO: “EL MAGNETOAGITADOR”. (Carlitos Sierra)




En unas prácticas de “análisis químico”, en la que para ver el contenido de carbonatos en una muestra de agua, hacía falta ir añadiendo “nitrato de plata” a la muestra en un vaso, previa la adición de unas gotas de “indicador”. Con una pipeta se van añadiendo gota a gota el “nitrato de plata” hasta que el agua cambia de color, y sin dejar de mover la solución … Y he ahí la cuestión de este relato, ya que para no mover todo el rato con una varilla, el vaso se pone en una base metálica que en su interior un disco metálico gira tras enchufarlo, y se le añade al agua una especie de supositorio, que no es otra cosa que un imán recubierto de plástico blanco: “EL MAGNETOAGITADOR”. Y, bualá!: éste gira dentro del agua ahorrándonos el estar con la varilla removiendo sin parar.

Pues Don Joaquín Moreno, que era de los profesores más competentes de la escuela, “Catedrático de Edafología”, pero también el de peor carácter y algo misógeno, nos tenía seriamente advertido que cada uno debería tener sus “magnetoagitador, y que el que no lo trajera, suspendería la práctica ese día... El caso es que a una compañera, no recuerdo si de nombre Carmen o Raquel, se le extravió el dichoso artilugio, y como mi agua era de poco carbonato, y yo terminé enseguida, pues le presté el mio. Pero nos pilló, y me llamó a su despacho al acabar en el laboratorio...Solo recuerdo que esto asustó más a mis compañeros que a mi mismo, pero no era para menos. Aquello fue poco menos que un consejo de guerra...-”Que si para aprobar tendría que cambiarme de escuela....”, que si se había enterado que me reía en clase del profesor de inglés,- (un día le pusieron en su mesa mi diccionario de inglés, que era de esos tamaño “mini”, y toda la clase se rió bastante cuando el profesor preguntó por su dueño y yo levanté la mano)...etc

En fin, que me defendí con toda la dignidad y respeto que pude, y yo creo que no lo hice mal, pues aquella asignatura la aprobé con una de las mejores notas de la clase, y fui de los pocos que con Don Joaquín mantuve una buena relación el resto de mi estancia en Orihuela, e incluso posteriormente.

PD: La última larga conversación que mantuve con él fue en una visita que trabajando de comercial de maquinaria de jardinería y elementos de riego, hice por la escuela. (El profesor de maquinaria agrícola me había pedido unos catálogos), y Don Joaquín me comentó, (e incluso me enseñó la documentación detallada a ver que opinaba yo ) , que se había inscrito como constructor y promotor urbanístico, e iba a hacer unos bungalows en un terreno que tenía en Bigastro....Justo esto fue al comienzo de la crisis inmobiliaria hace unos 10 años...No sé cómo le habrá ido...

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