Las comidas de hermandad Calasporro Cabañeras. Carlitos Sierra y Juanillo Pérez
Queridos amigos: La siguiente historia relata un acontecimiento muy querido por todos nosotros. Y lo vamos repitiendo ininterrumpidamente desde hace ya veinte años. Se trata de las tradicionales comidas prenavideñas ( siempre las hacemos el domingo anterior a la Nochebuena), que todos los años celebramos en lugares tan dispares, dependiendo de quien la organice. Esta bonita tradición la comenzó nuestro Paco, que nos avisó a todos por teléfono y nos citó , como no, en nuestra querida y entrañable “Orihuelica del Señor”, un domingo antes de Navidad, para comer y jugar un partido de fútbol después, cómo no!. Podéis imaginaros la alegría que nos dio volvernos a encontrar después de estar algún tiempo sin vernos. Esa alegría, después de veinte años, la seguimos teniendo intacta o quizás más todavía. Es posible, que algunos no nos veamos en todo el año, nada más que en la comida, que por eso precisamente la hacemos. Pero al reunirnos, parece que estamos todos los días viéndonos. En las comidas, nos juntamos todos con nuestras familias, y se crea un ambiente de verdadera, verdadera hermandad. Nosotros, como bien dice el dicho popular , no dejamos que crezca la hierba en la senda de nuestra amistad. Bueno, da gusto ver, como vamos cumpliendo años, como, a unos se nos va poniendo el pelo blanco, a otros se les está cayendo , en fin , cosas que pasan. Pero lo importante no es eso. Lo importante es el palizón que le metemos los cabañeros a los calasporros, jugando nuestro partidito de fútbol después de la “comidita”. Al final,como siempre , para que no se nos cabreen, les decimos que hemos quedado empates y así se quedan tan contentos nuestros queridos calasporros. Unos años hemos ido a Águilas, otros a Caravaca, Alicante, Orihuela, Las torres, Bullas, Calasparra, Guardamar, Tabarca..........en fin como podéis ver, medio mundo. Ahhhh!!!!, y el próximo año nos iremos a Planes, a casa de nuestros queridos amigos Vero e Hilario. Han sido muchos los sitios, pero esos, no son nada, en comparación a los que nos faltan por ir. Pero como dijo ,no se quién, que tiene mas razón que un santo: " Nunca está demasiado lejos la casa de un amigo”. Así que, por lejos que nos vayamos, lo hacemos encantadísimos de la vida. Tenemos muchas anécdotas en todos estos años de comidas. Por señalar algunas destacaría la que organizaron Carlos y Julio en Tabarca, con gincana y paseo en barca incluidas. Y como , casi nos quedamos allí por causa de la tormenta. Los bailes del escocés de Carlos, que al final terminamos todos bailando. El baño mío en la playa de Águilas en pleno invierno, detrás de un balón que salió por la banda. Los discursos de los organizadores salientes y entrantes, en el traspaso de poderes. Los muchos besos en los morros entre cabañeros y calasporros.............. Bueno , pediremos al Altísimo que nos deje juntarnos muchos, muchos años más, y le damos las gracias por todos los encuentros vividos.
Cuando le toca a Carlos el discurso de organizador entrante o saliente, siempre nos dice que cuando nos jubilemos, el encuentro será mensual en lugar de anual, y esto hace que yo ya tenga ganas de jubilarme para que se cumpla esto...
En otra ocasión, a parte del encuentro anual, alquilamos una casa rural en “Zarra”, (provincia de Valencia), y a parte de lo típico de pasar el fin de semana compartiendo comidas, vinos y conociendo la zona, estuvimos contándole a Hilario,( que no había vivido los primeros años de la Cabaña), las “historias” más relevantes, y de allí salió el serio compromiso de redactarlas para compartirlas, como finalmente hemos hecho. Esperamos que os gusten y os proporcionen algún buen momento, y estoy seguro que de alguna manera quienes las leéis compartís con nosotros estas vivencias y sin duda, si lo deseáis, pasáis a ser algo “cabañeros” con nosotros. Un fuerte abrazo, amigos.
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