viernes, 27 de febrero de 2015

Una chimenea a prueba de cabañeros. Paquito Ruedita

Yo creo que lo que nos salvó de morir de hipotermia fue la nunca bien valorada chimenea de la cabaña. El invierno en la huerta oriolana es frío y húmedo y con la puerta rota y el aire que entraba por debajo no hubiera sido extraño que mas de uno pillara una neumonitis o algo similar.
Gracias a Dios, este aprieta pero no ahoga y en nuestra estancia cabañera pudimos disponer de una magnifica chimenea hecha de puro hormigón robado de la construcción de los tubos del trasvase como así nos lo hizo saber el ínclito Jesús Cerezo.

La chimenea nos calentaba, nos entretenía y encendió en nuestros corazones el amor por el fuego. Nos incitó a robar leña y gracias a ella pudimos cenar en muchas ocasiones, ya que nunca, no se por que motivo, teníamos dinero suficiente para comprar butano.

Me puse como un cochino de comer cochino y otros embutidos en esa chimenea. Generalmente los lunes íbamos al Pavero a por embutido. Un embutido que debería durarnos toda la semana pero que no pasaba del martes o en el mejor de los casos miércoles.

Recuerdo unos gorrones que no se por que extraña casualidad solían visitarnos los lunes por la noche y ya de paso se comían unas cuantas salchichas, longanizas rojas, longanizas blancas, morcillas y blanco del que el viejo Pavero nos regalaba y que nos explicaba como lo hacia con sus propias manos. Manos negras que no por el color sino por la mierda acumulada por los años, no tenia nada que envidiar a sus famosas uñas que ya de mugrientas le daban el típico saborcillo al embutido que tanto gustaba a la gente.

Mi abuela me enseñó a preparar el alioli con la batidora de forma que al volcar el tarro esta no resbalara y estuviera suficientemente espesa. Mi alioli era muy solicitado y consumido con el pan y embutido y uno de los lunes en que nuestra habitual visita estaba en la cabaña me dispuse a prepararlo de forma que tuve que bajar al huerto a por limón.
Cuando regresé a la cocina, dentro del tarro había una gran araña de estas carnosas que parecía una tarántula.
Con frustración me dispuse a tirar los ingredientes cuando el amigo Agustín, con su extraño sentido del humor, le da a la maquina y la mayonesa quedó preparada.
Los cabañeros no comimos alioli esa noche, pero nuestros invitados disfrutaron como enanos con el suculento manjar untado en el pan. Que buena te ha salido, me decían....Echarle un poco de carnaza es el secreto......pensé.

La chimenea daba mucho juego....El estropeado o el Estropi, como lo llamaban otros, un día tiró un bote de aerosol dentro del fuego y tuvimos que salir todos corriendo del salón a la calle.

Supongo que todavía continuará en pie, calentando a otras personas aunque es posible que la chimenea hubiera sucumbido el día que estando muy aburridos no se nos ocurrió otra cosa que echar maderos dentro hasta que se llenó totalmente. Le prendimos lumbre como diría mi amigo Juan y esta empezó a arder y arder y arder...........................................y arder....................
Tuvimos que salir a la calle del calor que aquello generó. Al cabo de un par de horas, pudimos volver a entrar a la casa y como si de un alto horno se tratara, empezaron a caer trozos de cemento de la propia chimenea, medio derretidos por el calor.
Yo pensé que era efectivamente el fin de la chimenea y consecuentemente el fin de nuestra estancia en la cabaña, pero no. La magnifica y por esto destaco lo de magnifica chimenea, resistió.

lunes, 23 de febrero de 2015

Un partido inolvidable en la Romareda. Juanillo Pérez




Queridos amigos, a lo largo de estas ilustradas historias nuestras, son varias las veces que hemos hecho referencia, a nuestros viajes a Zaragoza. En esta ocasión, quiero resaltar un viaje que hicimos todos, los cabañeros y calasporros. Ya en el autobús íbamos calculando para que íbamos a destinar nuestras pobres reservas monetarias. Tenemos tanto para cervezas, otro tanto para whisky, otro tanto para papear, otro tanto para más cerveza. En fin que para visitas culturales, y esas cosas raras, no llega el presupuesto. Pero digo yo. Habrá algo más cultural, que darse un borneo por el barrio del tubo , tomando cañas por aquí y por allí. Pues eso es lo que hacíamos. Ahhh, sin olvidar nuestra tradicional visita a la Pilarica ,en la imponente basílica del Pilar ( ya que la entrada era gratis ). Por las noches, solíamos ir , entre otros, a un bareto, el cual para entrar había que bajar por unas escaleras ya que era un semisótano.

Allí, acudíamos todos los compañeros de viaje de la escuela y, como no, lo pasábamos en grande. Recuerdo a nuestros compañeros decirnos que no nos veían por la FIMA( feria internacional de maquinaria agrícola) , a lo que nosotros contestábamos que íbamos muy justos, que entre cervezas y cervezas no nos quedaba mucho tiempo para ir a la feria. Pero , para decir la verdad,siempre había una mañana que nos acercábamos a la FIMA , lo que pasa, es que no salíamos de las cantinas que por allí ponían. Bueno , recuerdo que dicho bareto estaba en la plaza de san Felipe. Y en el centro había una estatua ecuestre, a la cual, una noche coroné, desde el más puro espíritu cabañero. Una tarde, nos enteramos que en la Romareda, jugaban un partido amistoso, las selecciones olímpicas de España y Marruecos. Por aquel entonces, España llevaba un equipazo. Xavi, Quico , Guardiola, Alfonso, Solozabal, entre otros. A la postre, ese equipo en las olimpiadas de Barcelona se llevaría la medalla de oro.

Bueno, sin desviarnos del tema, salen ambos equipos al terreno de juego y se disponen a escuchar los himnos nacionales. Cual fue nuestra sorpresa, que al sonar el himno marroquí, vemos levantarse a nuestro Vicky y ponerse la mano en el pecho, con la mirada hacia el cielo, mas serio que la leche, como si la emoción le embargara por todo el cuerpo. Nosotros con cara de incredulidad y sorpresa, decidimos seguirle el juego y levantarnos Julio y un servidor y hacer compañía a nuestro Vicky copiándole el gesto. Claro, la situación era propicia y convincente, dado el color moreno zaino de nuestra pelleja. Deberíais de ver, con que cara nos miraban los aficionados de nuestro entorno. Aquello era para enmarcarlo. Se pensaban de verdad que eramos de Marruecos. No siendo esto bastante, decidimos seguir con la broma, y nos pasamos todo el partido animando a Marruecos e increpando al árbitro todo el partido, cada vez que pitaba algo en contra de Marruecos. La gente alucinaba en colores con nosotros. Al final nos dimos la mano con los aficionados cercanos y, riéndose, comprendieron al final, que todo había sido una broma. En ese mismo viaje ocurrió también un hecho remarcable. Resulta que no nos quedaba dinero para la última noche, y no se nos ocurrió otra cosa que desmontar las tiendas de campaña de nuestros compañeros en el camping de Casablanca ( lugar habitual de nuestra estancia en la capital maña ) y cobrar la fianza al dueño del camping y largarnos a Zaragoza a seguir la fiesta.

Bueno , para matarnos. .!!! Que cara se les pondría, a nuestros compañeros, cuando volvieran al camping y se encontraran sus tiendas desmontadas!!!!. Nosotros, por suerte, no estábamos ya allí para verlas. Después, nuestros queridos compañeros nos lo explicaron bien explicado. Por último contar, que ya de vuelta a Orihuela, siempre había una parada de descanso para visitar el “Monasterio de Piedra”, el cual , en todos los viajes que hicimos, nunca llegamos a entrar por no tener ni pa pipas. Mientras nuestros compañeros disfrutaban de la visita al monasterio, nosotros sentados, algo resacosos, tirábamos inocentemente piedras al río, conversando tranquilamente, con un sabor dulce en nuestras cabezas, de haber vivido otro viaje inolvidable a Zaragoza.

viernes, 20 de febrero de 2015

De como conocí a Carlitos Sierra. Paquito Ruedita




Un amigo me engañó. Vivía yo por aquel entonces en la bonita ciudad de Ceuta, cuando finalizado el COU, tenía que decidir que es lo que quería ser de mayor. Las vacaciones las pasábamos en Orihuela, ya que es la ciudad natal de mi madre y de mis abuelos maternos. Durante las vacaciones el dicho amigo me preguntó qué iba a estudiar en la universidad, y yo le dije que lo estaba pensando. Lo que a mí me gustaba era periodismo. Entonces mi amigo me dijo que me viniera a Orihuela, a la escuela de peritos agrícolas, que estaba muy bien. Yo le respondí que no me gustaba la agricultura y que no sabía nada sobre cultivar cosas. El me dijo entonces que me iba a presentar a unas tías muy buenas que estudiaban aquí y que eran amigas suyas.

Aquí fue donde vino el engaño, ya que tras esta escueta conversación fui corriendo a la escuela a presentar mi matrícula, y cuando llegó la hora de la verdad, solo me presentó a tres amigas muy tontas que no me hicieron ni puñetero caso. El caso es que el primer día de clase, yo estaba un poco acongotado como es natural. No teníamos un aula a nuestra disposición y a todos los de primero nos metieron provisionalmente en el salón de actos. Cuando llegué al salón, éste estaba abarrotado, lleno de pardillos como yo de todos los colores. Así, entró el profesor. Un tío alto no muy mayor, vestido con ropa de marca y cara de pijo. -“ME LLAMO JOAQUÍN MORENO y voy a ser vuestro profesor sufriente de química”.- Dijo para empezar. “Yo he luchado para que muchos de vosotros no estuvierais aquí hoy, pero no me hacen caso. Muchos de vosotros venís de la formación profesional y no tenéis ni idea de lo que es la universidad.” Después de recitarnos su extenso curriculum, nos informó de que la educación en España era una porquería y que llegábamos a la universidad sin tener ni idea de absolutamente nada y mucho menos de química. Toda la clase estábamos en absoluto silencio pensando en que ninguno de nosotros pasaríamos en la vida a segundo, cuando Don Joaquín nos dice...... Por ejemplo....¿alguno de ustedes podría decirme cual es la reacción de un hidrocarburo al combustionar? Nadie movía una pestaña cuando veo que en primera fila se levanta una mano..... -Dígame.....respondió Don Joaquín Entonces fue cuando vi por primera vez a Carlitos Sierra. Un chaval alto y delgado, con gafas y cara de ingenuo...... -”Un hidrocarburo, al unirse con el oxígeno da como resultado dióxido de carbono y agua.”- Carlos con una cara de satisfacción única y sin duda pensando....”Se la he clavado hasta el final...”,nos miró girando la cabeza y asintiendo con la señal del puño y el dedo hacia arriba. Yo pensé que efectivamente Carlitos le había dado bien dada al chulo de profesor que nos había tocado, y que éste había quedado en evidencia. Tras un largo minuto de silencio con la imperturbable faz de Don Joaquín dirigiéndose a nosotros, este espeta..... -“CUALQUIER PARECIDO CON LA REALIDAD ES MERA COINCIDENCIA”. Una carcajada general y el pobre de Carlos diciendo....oiga, que sí, que es como yo le digo....... En ese momento pensé: “Este tío tiene que ser amigo mio...”. (Y cuando comprobé que efectivamente, la reacción de los hidrocarburos era exactamente como había expuesto Carlitos, este sentimiento se afianzó en mí mucho más claramente).

Una gallina futbolera. Juanillo Pérez




Queridos amigos, aquí va una historia de lo mas surrealista.
Como ya sabéis, el fútbol ha sido una gran afición de los cabañeros.
Resulta que el real Murcia se estaba jugando una promoción con el real Zaragoza para subir a primera división. Y jugaba el partido de ida en el campo grana, es decir, la histórica Condomina de Murcia, actual feudo del equipo universitario de la UCAM.
Nosotros como buenos aficionados, no quisimos faltar esa cita tan importante para los pimentoneros.
Pero quisimos darle un tinte algo diferente a la visita a la vieja y entrañable Condomina.
Decidimos premiar, a una de las gallinas, y llevárnosla al fútbol.
El día del partido, aquello era para verlo, yendo por Murcia , camino a la vieja Condomina , con la gallina de mascota.
La gente nos miraba y en silencio hacían gestos con la cabeza o comentaban la escena con los compañeros que le acompañaban.
Como es típico en esto del fútbol, nos tomamos unas cañitas antes de entrar.

El campo iba a estar lleno hasta la bandera. Y decidimos tomar tiempo, e irnos tempranito a la capital del Segura.
La intención nuestra era lanzar a la gallina al terreno de juego y que se hiciera famosa, saliendo en televisión, al ver a jugadores y empleados del club, corriendo por el campo para apresar a nuestra amiga.
En fin, una gamberrada de las nuestras.
No se nos ocurría nada bueno.
El primer escollo a salvar, era el portero que nos recogía las entradas, por si nos la descubría .
Nosotros, escondiendo muy bien a nuestra querida gallina, paso sin problemas.
El campo estaba a rebosar. No cogía ni un alfiler.
Nosotros, ubicados en la grada lateral, estábamos apiñaos como sardinas en lata.
Decir que en la grada lateral, no habían butacas,eran escalones muy bajos de cemento, donde la gente se sentaba muy apretujada.

A nuestra querida gallina, apenas nadie la descubrió, la gente estaba totalmente centrada en el partido.
El partido fue muy igualado y con mucha emoción, como no podía ser de otra manera, por lo mucho que se jugaban tanto los pimentoneros ,como los maños.
Nosotros ,algo nerviosos, no sabíamos que momento era el idóneo, para hacer volar a nuestra mascota , hacia el terreno de juego.
Ya en la segunda parte, en una trifulca de los jugadores de ambos equipos, la gente levantada de sus asientos , protestaba muy airadamente.
Pensamos que ese era el momento adecuado, y decidimos lanzar hacia el campo a nuestra amiga.
Lo que paso después, fue de risa.
Resulta que no lanzamos con suficiente fuerza a la pobre gallina y no alcanzo el campo. Le cayo a un señor de la primera fila en toda la cabeza .
Imaginaros el susto y sorpresa del hombre , al ver que le acababa de caer en toda la cabeza una gallina.
Este hecho , la verdad es que no formo gran revuelo en la grada, exceptuando el público mas cercano a nosotros, que al ver nuestra acción se la tomaron a cachondeo. El resto del público estaba totalmente entregado a lo que ocurría en el terreno de juego.
Nosotros haciéndole gestos al señor, le decíamos por señas que la gallina era nuestra . A lo cual, el hombre, haciéndose el despistado, dejaba de mirar para la grada y continuaba prestando atención a lo que en el campo estaba pasando.
El señor, seguramente estaría pensando, en la suerte que había tenido, al volver a casa con un regalo en forma de gallina, y lo contenta que se pondría su señora, al saber que al día siguiente no tendría que ir al súper a por carne para la comida.
En fin nosotros , ya no muy pendientes del fútbol, estábamos dispuestos a recuperar a nuestra querida amiga.
Tendríamos que esperar al pitido final del arbitro , para ir a ver al señor ya que no se podía andar por la grada lateral, por estar a reventar.
Nada mas terminar fuimos a ver al hombre quien, tomándoselo con deportividad, nos devolvió a nuestra amiga.
Esa aventura, no se le olvidaría nunca a nuestra mascota, ni a nosotros tampoco.
Así que nos volvimos a Orihuela , todos juntos, no sin antes , tomarnos unas cañitas por los aledaños de la Condomina , para celebrar el regreso a casa de nuestra querida gallina.

Ahhhh , se me olvidaba, ese día el Murcia empato a uno con el Zaragoza, quien a la postre, sentenció en la Romadera, y fue quien se llevo al gato al agua , subiendo a primera división.

lunes, 16 de febrero de 2015

Un viaje rápido con retorno a casa. Julio Rodríguez



Corría el verano del año 91 o 92 no lo puedo precisar con exactitud para mayor concreción mes de julio en su primera semana y antes de fiestas en Orihuela. La conjunción de extrañas fuerzas que se ejercían sobre nosotros sin que nosotros las pudiésemos controlar hizo que unas voluntades se juntasen en espacio / tiempo de tres seres en un viaje de resultado inesperado, los participantes de esta singular experiencia no eran otros que el gran Paquito Rueda, Un servidor que suscribe y Lolita Vera de San Pedro esta última formaba un Duo irrepetible con Amaya de Castellón o mejor dicho de Basauri que es como ella preferia que se la conociese a dicho Dueto las llamábamos cariñosamente “las Cenomenas” y digo bien y no me he equivocado ortograficamente al poner la “C” en vez de la “F” al comienzo de la palabra era así como se les conocía a la pareja antes mencionadas en el argot cabañero “Las Cenomenas” . La susosdicha pareja no merecerían un capitulo aparte en estas historias sino mas bien todo un libro por fascisculos pero como las mismas no son objeto de la presente historia el versar sobre ellas lo vamos a dejar de un lado no sin desearles todo lo mejor y que la vida las vaya tratando bien que es como ellas se merecen ya que hace mucho tiempo que no se nada de ambas y la culpa de ello es totalmente mía.

Pero volvamos después de este inciso a retomar la historia de aquellas primeras semanas de aquel estío ya que después de sincronizar las agendas y no haber exámenes por en medio teníamos a disposición nuestra toda una semana por delante libre y en nuestro punto de mira estaba en visitar las ciudades lusas de Braganza, Oporto, y la gallega Vigo , el viaje era largo en distancia y tiempo y lo que se dice dice plata como dirían los argentinos para la subsistencia del viaje no es que sobrará es que no había , por lo que tuvimos que utilizar el ingenio para economizar y estirar poco dinero del que teníamos a nuestra disposición para ello decidimos comprar una tienda de campaña en forma de Iglu de rebajas en el Eroski ya que las pernoctaciones teníamos que hacerlas si o si en Camping al ser lo mas barato , hicimos también un acopio de latas en conserva entre las cuales no faltaban las latas de atún , sardinillas en tomate, Foei-gras, melocotón en almibar con ello solucionabamos con pan del dia en origen el tema de la Manutención y hasta nos llevemos una caja de limones 20 Kg en especie , genero que pensábamos venderla por aquellas latitudes donde dicho cítrico aparte de ser apreciado es escaso y la venta estaría asegurada con un valor añadido con el que se consiguirían unos ingresos liquidos en peseticas de la época que nos vendría de perillas a nuestros escasos por no decir nulos caudales. Para el transporte contábamos con el Coche del Padre de Paco que ya había venido a disfrutar de sus merecidas vacaciones estivales a Orihuela desde Ceuta donde trabajaba como profesor de Instituto pagando la gasolina a medias entre los tres. Resueltos ya todos los problemas de logística, intendencia y transporte nos dimos cita a las 8 de la mañana en el portal del edificio Generalife nº 32 de la Calle Duuqe de Tamames de Orihuela el lunes de aquella semana.

Tocamos el timbre para anunciar nuestra llegada y acto seguido baja Paquito y nos alecciona de que su padre iba a bajar y que seguro que nos iba a preguntar que adonde íbamos a ir con seguridad y que la respuesta a tal pregunta debía ser nunca decir que a Oporto y Vigo sino que a Ceuta.

Efectivamente a los pocos minutos baja el Papa de Paco Junior con su perrita para dar el habitual paseo matutino , el Papa de Paco ere un tipo afable y jovial que nos saluda efusivamente y después de estrecharnos la mano y de dar un repaso a la situación de la morisma por territorio ceutí nos hace la pregunta la cual ya estábamos previamente advertido ¿ A donde vais Muchachos? A lo que respondimos con la mentira piadosa que ¡!!! a Ceuta Señor Paco!!!! sin saber en aquel momento que en el pecado llevábamos la penitencia impuesta.

Despues de las típios consejos y recomendaciones que un buen Padre hace hacia un hijo de conducir con prudencia y cuidado y unos consejos técnicos acerca del coche le hace entrega de las llaves del coche, nos despedimos de él y nos dirigimos a coger el coche , recuerdo que era de color oscuro no muy fuerte con matricula de Ceuta pero no recuerdo la marca si un Toyota, o nissan y Prometiendonoslas muy felices

Ahí nos tienes a nosotros con una euforia desatada por esa carretera nacional 301 en dirección a Madrid y echando

Millas para atrás cuando por tierras manchegas cuando a la altura de la población de El Provencio ,Paco detecta que el chivato de la temperatura se había encendido por lo que decidio parar para que el coche se enfriara y echarle agua al radiador.

Retomamos la marcha y cuando solo habíamos hecho unos 40 Km a la altura del conquense pueblo de Mota del Cuervo se vuelve poner el chivato al rojo vivo y tras las deliberaciones pertinentes decidimos cancelar el viaje y volvernos para Orihuela ya que el coche no estaba en las mejores condiciones para seguir el viaje

Retomamos el viaje de vuelta y cuando habíamos circulado unos pocos kilómetros a la altura del quijotesco pueblo de El Pedernoso el coche parecía una cafetera express en ebullición el radiador se había roto y nos dejo tiraos en medio de la carretera eran más o menos las dos de la tarde y ya íbamos hambientos bajo un sol de Justicia propio de aquellas llanuras y sin esperanzas que se levantara una brisa para aliviarnos , auntenticos botijos andantes, recogimos los papeles del seguro, cerramos el coche y con el cochecico de San Fernnado dirección al Pedernoso ( aun no eran los tiempos del teléfono móvil ) allí tras reponer unas fuerzas a la sombra de un árbol en un garito decidimos buscar un taller mecánico con la suerte que en el primero que encontramos el tipo tenia grua y convenio con el Seguro del Coche de Paco para cargar el coche e iniciar el viaje de vuelta.

Ahí nos tienes a los cuatro a las cuatro de la tarde regresando para Orihuela con el Coche ya arriba del camión Grua estábamos para habernos pintado un cuadro y tras un penoso mas que glorioso regreso a eso de las ocho llegamos a Orihuela sanos y salvos de ese mismo lunes pero con cansancio hasta el alma y con las ilusiones frustradas de un viaje de rapido retorno inesperado

HECHOS A POSTERIORI

La caja de los limones se la dimos al tipo de la Grua en agradecimiento de habernos socorrida en parajes tan agrestes y en tan tórrido día.

La Tienda de Campaña tipo Iglu jamás llego a estrenarse, y creo que aún sigue almacenada en casa de Paco sino se ha deshecho ya de ella después de dar tanto tiempo la lata en su casa.

Despues de aquella ocasión malograda sigo sin haber visitado Braganza, Oporto ni Vigo.

Moraleja: El Hombre propone y Dios Dispone.

PD: Estimado y Querido Paco siéntete libre para ampliar, corregir detalles que seguro se me han escapado

sábado, 14 de febrero de 2015

Las comidas de hermandad Calasporro Cabañeras. Carlitos Sierra y Juanillo Pérez




Queridos amigos: La siguiente historia relata un acontecimiento muy querido por todos nosotros. Y lo vamos repitiendo ininterrumpidamente desde hace ya veinte años. Se trata de las tradicionales comidas prenavideñas ( siempre las hacemos el domingo anterior a la Nochebuena), que todos los años celebramos en lugares tan dispares, dependiendo de quien la organice. Esta bonita tradición la comenzó nuestro Paco, que nos avisó a todos por teléfono y nos citó , como no, en nuestra querida y entrañable “Orihuelica del Señor”, un domingo antes de Navidad, para comer y jugar un partido de fútbol después, cómo no!. Podéis imaginaros la alegría que nos dio volvernos a encontrar después de estar algún tiempo sin vernos. Esa alegría, después de veinte años, la seguimos teniendo intacta o quizás más todavía. Es posible, que algunos no nos veamos en todo el año, nada más que en la comida, que por eso precisamente la hacemos. Pero al reunirnos, parece que estamos todos los días viéndonos. En las comidas, nos juntamos todos con nuestras familias, y se crea un ambiente de verdadera, verdadera hermandad. Nosotros, como bien dice el dicho popular , no dejamos que crezca la hierba en la senda de nuestra amistad. Bueno, da gusto ver, como vamos cumpliendo años, como, a unos se nos va poniendo el pelo blanco, a otros se les está cayendo , en fin , cosas que pasan. Pero lo importante no es eso. Lo importante es el palizón que le metemos los cabañeros a los calasporros, jugando nuestro partidito de fútbol después de la “comidita”. Al final,como siempre , para que no se nos cabreen, les decimos que hemos quedado empates y así se quedan tan contentos nuestros queridos calasporros. Unos años hemos ido a Águilas, otros a Caravaca, Alicante, Orihuela, Las torres, Bullas, Calasparra, Guardamar, Tabarca..........en fin como podéis ver, medio mundo. Ahhhh!!!!, y el próximo año nos iremos a Planes, a casa de nuestros queridos amigos Vero e Hilario. Han sido muchos los sitios, pero esos, no son nada, en comparación a los que nos faltan por ir. Pero como dijo ,no se quién, que tiene mas razón que un santo: " Nunca está demasiado lejos la casa de un amigo”. Así que, por lejos que nos vayamos, lo hacemos encantadísimos de la vida. Tenemos muchas anécdotas en todos estos años de comidas. Por señalar algunas destacaría la que organizaron Carlos y Julio en Tabarca, con gincana y paseo en barca incluidas. Y como , casi nos quedamos allí por causa de la tormenta. Los bailes del escocés de Carlos, que al final terminamos todos bailando. El baño mío en la playa de Águilas en pleno invierno, detrás de un balón que salió por la banda. Los discursos de los organizadores salientes y entrantes, en el traspaso de poderes. Los muchos besos en los morros entre cabañeros y calasporros.............. Bueno , pediremos al Altísimo que nos deje juntarnos muchos, muchos años más, y le damos las gracias por todos los encuentros vividos.

Cuando le toca a Carlos el discurso de organizador entrante o saliente, siempre nos dice que cuando nos jubilemos, el encuentro será mensual en lugar de anual, y esto hace que yo ya tenga ganas de jubilarme para que se cumpla esto...

En otra ocasión, a parte del encuentro anual, alquilamos una casa rural en “Zarra”, (provincia de Valencia), y a parte de lo típico de pasar el fin de semana compartiendo comidas, vinos y conociendo la zona, estuvimos contándole a Hilario,( que no había vivido los primeros años de la Cabaña), las “historias” más relevantes, y de allí salió el serio compromiso de redactarlas para compartirlas, como finalmente hemos hecho. Esperamos que os gusten y os proporcionen algún buen momento, y estoy seguro que de alguna manera quienes las leéis compartís con nosotros estas vivencias y sin duda, si lo deseáis, pasáis a ser algo “cabañeros” con nosotros. Un fuerte abrazo, amigos.

BALDOO! Juanillo Pérez


Queridos amigos, la siguiente historia es fiel reflejo de la excitación juvenil, un poco llevada al extremo que, por momentos, imperaba en nuestra querida cabaña.

Era el cumpleaños de Paco, allá por el mes de Mayo, y no sabíamos bien que regalarle. No se nos ocurrió otra cosa que comprar una docenita de cohetes para celebrarlo.
Aquello iba tomando tintes de que no podía terminar muy bien.

Quisimos comprobar que nuestra querida mascota ( la gallina Caponata ) tenía alma de astronauta, y no se nos ocurrió otra cosa que atarle un cohete a la pata a ver si subía por los cielos. Así comprobamos que nuestra Caponata , en sus genes, contaba con sobradas cualidades para surcar los cielos, en esta ocasión con ayuda de una larga cuerda, (para evitar que se quemara), y un cohete que la ayudó a alcanzar una considerable altura y bajar volando por si misma.
Llegada la noche decidimos dar rienda suelta a nuestra gamberrería.
Cerca de la cabaña había un corral de vacas, y decidimos saludarlas con unos lanzamientos de esos traviesos cohetes.
No prendiendo a unas balas de paja apiladas de puro milagro.

Al pobre vecino de enfrente,(ya cruzando la carretera), el señor Baldo, rehén de nuestras travesuras, quisimos saludarle con otro lanzamiento de cohete.( Que por cierto, y gracias a Dios no entró por la ventana de pura chiripa, y fue a explotar en la terraza de su casa).
Al momento se encendieron las luces de su casa, lógicamente alertados por la explosión del cohete.
Al poco tiempo aparecen los municipales por la cabaña. Nosotros, al verlos venir, decidimos salir por patas por los huertos colindantes.
!!!!!Éramos unos prófugos!!!!!

Nuestro salvador, Carlos , fue quien medió en todo este desaguisado y al final, una vez mas, nos libramos de una buena, saliendo ilesos de esta peligrosa aventura. Ni que decir tiene, que en el vecindario éramos famosos, y en otra ocasión estando en casa, oímos jaleo por la vereda, y al asomarnos por la ventana, vimos a los vecinos muy exaltados dirigirse hacia nuestra cabaña.

Pensamos que venían a apalearnos por las múltiples fechorías que les hacíamos, y nos apresuramos a trincar la puerta con llave y cerrar todas las ventanas y bajar las persianas, para seguidamente, empezar a rezar padrenuestros y suplicar la ayuda divina, para que nuestro señor intercediera ante el inminente linchamiento .
Nos juntamos todos en el comedor como conejillos , esperando lo peor.
Fueron pasando los largos minutos y no entendíamos porque no estaban ya dentro de casa. Nosotros les oíamos perfectamente abajo nuestra.

Al cabo de unos minutos, nos asomamos muy sigilosamente por la rendijas de la persiana casi bajada del comedor, y comprobamos que sus miradas y señalamientos se dirigían justo hacia el tejado.
Que raro, decíamos.
!!!!!Palomas!!!!!!! Entonces gritamos.
Eran las palomas lo que a aquellos rudos vecinos iban siguiendo, que se habían posado en nuestro tejado.

Aquello provocó que, una vez mas , nos riéramos a carcajada limpia por habernos librado de un linchamiento, quizás algo merecido.
En otras ocasiones eran muy frecuentes las hogueras que hacíamos de noche en la vereda.

!!!!Fuego purificador!!!!! Gritábamos exaltados e hipnotizados por el fuego.
Cualquier cosa nos valía de combustible. ( Leñas del huerto, enseres en desuso de nuestro casero D. Jesús ,que almacenaba en el garaje , muebles viejos, colchones olvidados por algún rincón...... ) en fin, que no le metimos fuego a la cabaña de milagro. Gamberros, gamberros y mas que gamberros.